Miniguías Parramón. La pintura en relieve

Miniguías Parramón. La pintura en relieve

von: Equipo Parramón Paidotribo

Parramón Paidotribo S.L., 2022

ISBN: 9788434299511 , 97 Seiten

Format: ePUB

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Miniguías Parramón. La pintura en relieve


 

La elección del soporte

El soporte desempeña un papel fundamental al concretar una textura. Aunque hoy en día los lienzos constituyen el soporte más popular para la pintura con textura, los tableros rígidos son, en general, más permanentes y permiten una mayor incorporación de materiales. Con la imprimación adecuada, los cartones, tableros de madera o cartones entelados proporcionan una base más permanente que un tejido flexible. Si se desea que la capa de textura permanezca intacta, el soporte debe tener una buena estabilidad y durabilidad. Debemos acostumbrarnos a elegir bases que ofrezcan ya cierto relieve superficial, pues hay que aprovechar las cualidades de determinados materiales. Pero, dado que la mayoría de los soportes son lisos, en este apartado se enseña cómo preparar bases texturadas de gran interés.

EL TEMA

Soportes con relieve

Antes de empezar a preparar una textura, es necesario tomarse un tiempo para elegir y preparar el soporte; de ello dependen los efectos que se obtengan con él. Muchos materiales que se utilizan como soporte de la pintura presentan relieves que se pueden aprovechar e incorporar en ésta.

Los cartones no siempre presentan una superficie lisa, algunos ofrecen ondulaciones o estrías que conforman un relieve regular sobre el que puede pintarse.

Una plancha de contrachapado ofrece una superficie veteada muy interesante. Puede potenciarse el efecto de bajorrelieve efectuando incisiones con una gubia, como las que se utilizan en el grabado xilográfico.

El soporte adecuado

Es esencial que el soporte sobre el que se va a trabajar sea rígido o inflexible, que no produzca alabeos ni tensiones que puedan fracturar o agrietar la capa de textura. Esto significa evitar telas o lienzos que no estén bien tensados sobre un bastidor o sobre papeles con poco cuerpo. Los cartones, los papeles de mayor gramaje, de grano grueso y las maderas veteadas son una buena opción, además tienen una textura muy característica que puede integrarse en la obra.

Soportes ya texturados

Algunos soportes ya presentan un grabado o relieve superficial natural, propio de la fabricación. En general, resulta más complicado pintar sobre estas superficies, ya que este relieve impide que la pintura cubra todo el soporte de manera uniforme, pero ofrecen una textura que puede incorporarse al cuadro de manera original.

El cartón acanalado ofrece muchas posibilidades. Si se retira la capa protectora aparece una superficie ondulada que puede recortarse y pegarse sobre otro cartón para confeccionar un fondo texturado. La textura puede suavizarse con una imprimación de gesso.

En este modelo sencillo pintado al óleo se ha optado por aprovechar las partes en relieve que presentaba el cartón original, adaptando la composición a éstas.

EL TEMA

Rugosidad uniforme

En pocas ocasiones el soporte ofrece un relieve superficial marcado que resulte interesante. Lo habitual es imprimarlo con una capa de apresto texturado que lo cubra uniformemente. Pintar sobre una textura rugosa uniforme es un reto para cualquier pintor y suscita el interés de comprobar cómo se adapta la pintura sobre superficies de estas características.

Las microesferas son un producto relativamente reciente. Se trata de pequeñas esferas de vidrio que se mezclan con cola o gesso para imprimar el soporte y conseguir una rugosidad uniforme.

Hay otros materiales más tradicionales que, mezclados con látex o cola blanca, también son capaces de ofrecer una base rugosa. De su elección dependerá una mayor o menor aspereza. De izquierda a derecha: arena de cuarzo fina, carborundo y serrín.

Fondos con grano

Se puede crear un fondo texturado uniforme mezclando arena bien lavada (polvo de mármol o arena de cuarzo de grano fino) con gesso o con cola látex, antes de aplicarlo sobre el tablero. Luego se extiende de modo uniforme sobre cualquier superficie. Más reciente es un material adquirible en establecimientos de bellas artes: las microesferas de vidrio. Se adhieren al soporte mezclado con cola, gesso o pintura, formando minúsculos nódulos esféricos y transparentes sobre el cuadro.

Fondos con trazo

Existen otras maneras de texturar previamente el soporte. Por ejemplo, extendiendo una capa algo gruesa de gesso y marcarla con el canto o la punta de una espátula. Los trazos deben ser regulares y repetitivos, de modo que toda la superficie presente el mismo efecto de relieve. También pueden utilizarse raspadores, peines o rodillos para decoradores, o hacer muescas en una espátula de plástico, dándole la forma que se desee, para peinar la capa de imprimación todavía fresca.

Sobre un fondo de gesso húmedo pueden efectuarse pequeños golpes con la punta redondeada de una espátula para conseguir así una superficie con una textura repetitiva y uniforme.

Al cubrir el soporte con una tela fina del tipo gasa o tarlatana se obtiene una textura hilachada y tramada bastante uniforme. El relieve es muy suave y resulta agradable pintar sobre ella.

EL TEMA

Cómo realzar la textura superficial

Hasta el momento, hemos visto cómo obtener unas pocas texturas básicas que sirven para preparar los soportes antes de empezar a pintar. En el siguiente apartado se muestra cómo realzar y destacar estas texturas con las primeras capas de color, realzando, más si cabe, el efecto de relieve sugerido en la imprimación inicial.

Una pátina de óleo aguarrasado sobre una superficie agreste de gesso o pasta de modelado realza su relieve. La pintura diluida tiende a depositarse en los huecos realzando aún más las protuberancias del soporte.

Para realzar el relieve con pintura diluida la superficie sobre la que se trabaja debe estar completamente seca y ser de color blanco, pues las capas de color que se aplican apenas son cubrientes.

Atrapada entre las grietas

Cualquier textura realizada sobre una capa de gesso o pasta de modelar se puede realzar una vez se ha secado completamente. Basta con diluir pintura acrílica con agua u óleo con aguarrás y aplicar una fina capa de color sobre la superficie blanquecina de estos materiales. La pintura aguada se deslizará hasta depositarse o quedarse atrapada entre las grietas e incisiones del gesso. Teñir una superficie con relieve con pintura aguarrasada también es muy efectivo cuando la zona está cubierta con papeles arrugados. Las diferencias de color y los contrastes permiten realzar y potenciar el efecto de las arrugas.

Pulverizado sobre fondo texturado

Existe otra opción para realzar los bajorrelieves superficiales de gesso o pasta de modelado. Pulverizando pintura en aerosol perpendicularmente sobre un fondo texturado se realza más su relieve superficial. Sobre un fondo con textura de color blanco opaco, se pulveriza con pintura amarilla y luego con rojo, en la misma dirección. El naranja resultante adherido a las protuberancias resalta la textura, incluso en una luz neutral.

El pulverizado con aerosol también puede realizarse sobre un fondo peinado o sobre cartón ondulado. Si se pulveriza un soporte blanco con un aerosol naranja desde uno de sus lados, el resultado es una combinación óptica de los dos colores.

Para aumentar la sensación de relieve en una superficie se pulveriza pintura en aerosol de color desde una posición rasante; así, la pintura queda adherida sólo en uno de los lados de los salientes.

EXPERIMENTEMOS

Aguadas sobre un fondo de arena

Una base de arena fina y látex puede servir de apoyo para conseguir una textura granulosa uniforme. Es un buen modo de comprobar la diferencia entre pintar sobre un preparado con una textura en vez de una tela lisa y observar cómo se adaptan los colores. En este ejercicio se ha elegido un interior sin demasiados elementos. Ante el reto de trabajar sobre una superficie con la que no estamos acostumbrados, es mejor optar por un modelo poco complicado.

El modelo es un interior con un encuadre muy acotado. Destaca por su sencillez y por los interesantes efectos lumínicos.

EL RETO DE LAS TEXTURAS

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1. Para preparar la textura se cubre primero el soporte con una capa cremosa de cola blanca. Sobre la superficie aún húmeda se espolvorea arena de playa o cuarzo triturado muy fino. Se deja secar durante una hora.

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2. Con una barra de carboncillo se apuntan las formas principales del modelo. Con azul ultramar muy diluido en aguarrás se pintan sólo las zonas de sombra. Debe utilizarse un pincel de pelo duro, pues la superficie granulosa tiende a destrozar los pinceles de pelo más...